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ima cubierta por un bosque de pinos y encinas colgada sobre el valle de Valdegovía
IÑIGO MUÑOYERRO El Correo
El valle de Valpuesta es tierra de Castilla encajonada en Valdegovía (Álava). Es una zona cubierta por un extenso bosque de pinos, robles y encinas que esconde dos pueblos: Mioma, el más alejado, donde termina la carretera, y Valpuesta -la Vallis Posita latina, por estar rodeada de montañas-, que da nombre al enclave.
Sobre ellas se elevan una serie de cimas que rozan los mil metros, entre las que destacan el Alto del Rodil (1.031 m.) que junto con Raso (1.054 m.) y Risca (1.007 m.) forman las ‘tres R’. Se pueden recorrer en una travesía de una jornada que también incluye Peña Lisa (952 m.).
Cuenta la historia que en el año 804, al inicio de la Reconquista, el obispo Juan llega a Valdegovía y encuentra en Valpuesta un templo visigótico abandonado, dedicado a la Virgen. Lo reconstruye y establece su sede episcopal y un convento de monjes inspirado en la Regla de San Fructuoso. Obispado y monasterio, durante casi 300 años fue centro regulador de otros cenobios y avanzada de la reconquista (a partir del siglo X).
Alto del Rodil se alcanza desde Valpuesta. Salimos de la plaza (634 m.) por carretera en dirección a Mioma, hasta un primer cruce (0h.12′). Una pista (GR-1) arranca por la izquierda, pasa el arroyo, caudaloso en primavera, cruza una valla y coge altura entre pinos, robles y encinas. El GR-1 sigue las vías de comunicación que desde antiguo han utilizado los habitantes del valle en sus desplazamientos de personas y ganado. En Valdegovía transita por Villanueva, Valpuesta, Pinedo y Bóveda.
Deja atrás una encrucijada (0h.20′) y, tras superar un tramo muy pendiente, nos deja en el collado (0h.40’/770 m.). Vistas sobre el pueblo de Pinedo. Encontramos una barrera que superamos, para continuar (derecha) una pista que llanea, sombreada por pinos, que nos deja en un nuevo cruce.
Al otro lado se puede visitar el eremitorio de Pinedo, escondido entre los pinos. Está en una zona protegida del viento, con una vista amplia sobre el valle. Su nombre primitivo era ‘Pinetto’ o ‘Pinello’. De las dos maneras aparece en la escritura de la fundación de Valpuesta. Nos enfrentamos a un cortafuegos, ancho y pendiente, que sube en línea recta por el pinar de repoblación. La acción de las máquinas ha dejado al aire las rocas sedimentarias que, al igual que el resto de Valdegovía, se formaron en un medio marino hace unos 50 millones de años. En esta zona es fácil avistar corzos. Y si se camina con atención, ver huellas de zorros, jabalíes e incluso lobos.
Tenemos por delante una subida larga, por un tramo encajonado entre pinos que no se dulcifica hasta un primer rellano. Cresteamos unos metros para alcanzar el Alto del Rodil (1h.30’/1.031 m.).
La cima es despejada. Presenta un pequeño corte en dirección al barranco de Mioma. Buzón del
Padura y mojón.
Volver a Valpuesta es sencillo. Para ellos perdemos metros por la pista que desciende unas veces por terreno despejado y otras por bosque hasta la carretera (2h.50′). Tras varios cruces se orienta hacia Mioma, una aldea pequeña donde lo único destacado es la iglesia parroquial de San Román. Cruzamos el río por un puente y ya por asfalto volvemos al punto de salida (3h.20′) Por el camino pasamos cerca de la fuente de La Salud y las ruinas de un molino.
La subida desde Mioma (750 m.) es corta. Comenzamos en la iglesia de San Millán. De allí salen dos caminos. Seguimos, derecha, en dirección Norte hasta el col de Larrán (832 m). En este punto se abandona la pista (izq.), para seguir una senda que junto a una alambrada nos dejará en la cima.