«Las lenguas no nacen, evolucionan desde el latín y lo hacen en muchos sitios a la vez», destaca el catedrático Ruiz Asencio
No hay duda: el origen del castellano no está en San Millán de la Cogolla y en las glosas emilianenses. Ese es un error histórico que ayer trataron de desmontar los ponentes de la segunda sesión del congreso dedicado a ‘Valpuesta, en los orígenes del castellano’. Tras años de estudio paleográfico y después de completar una nueva transcripción castellana de los 113 folios del becerro burgalés, el catedrático de la Universidad de Valladolid, José Manuel Ruiz Asencio, asegura que «éste es el origen del castellano».
Tiene claro que, a estas alturas, eso es algo que no se puede poner en duda. «Aquí hay un material con muchos restos de romance castellano que son de finales de los siglos X y XI, mientras que las glosas son de la segunda mitad del XI». Evidentemente, eso no quita valor a los textos riojanos que siguen siendo, en su opinión, «un fenómeno maravilloso», ya que mientras en los cartularios «se trata de ver qué expresiones de una documentación latina son romances; en las glosas hay un proceso reflexivo de traducir términos en latín a romance», explicó.
Le pese a quien le pese, todas las teorías científicas, tanto de paleógrafos como de filólogos miran hacia Valpuesta a la hora caminar hacia el pasado. «Es evidente que el castellano nace aquí, la primitiva castilla es la parte alta del Ebro y eso es fundamental», incidió; sin olvidarse de la importancia de la información que aportan centros como Oña, Covarrubias o Cardeña.
Tajante en algunos de sus posicionamientos fue otro de los conferenciantes, Manuel Ariza, catedrático de la Universidad de Sevilla, para quien «decir que San Millán es la cuna del castellano es una aberración, allí lo que se hablaba era riojano».
Pero en su opinión esto tampoco debe derivar en que ahora ese honor le corresponda a Valpuesta, porque es imposible fijar el inicio de un idioma en un único punto. «Las lenguas no nacen, evolucionan desde el latín y llega un momento, no sabemos cuándo, en el que aquello ya no se parece a la lengua latina y podemos decir que es romance. Pero eso pasa en muchos sitios y más o menos con la misma cronología», concluyó.
Sobre este tema seguirá el debate hoy en la tercer y última jornada del congreso, la dedicada al análisis de los aspectos morfosintácticos a partir de las 10.00 horas, y a los temas léxicos, desde las 17.00. La clausura será a las 19.30.